La pasada semana se lanzó en Estados Unidos Facebook Pay, uno de los últimos proyectos del gigante tecnológico. Se trata de un modo de pago mediante el cual los usuarios puedan realizar movimientos de dinero entre sí a través de Facebook, Instagram o Messenger, pero que también podrá ser utilizada para realizar pagos de comercio electrónico dentro de las propias aplicaciones. Facebook Pay se presenta como una gran oportunidad para los e-commerce, ya que realizar un pago será tan sencillo como enviar un mensaje de texto.
Por el momento, el lanzamiento de Facebook Pay en Estados Unidos permite sólo realizar transacciones específicas como recaudaciones de fondos, entradas para eventos, compras de juegos y compras en algunas tiendas de Facebook Marketplace. Además, permite transferir dinero entre usuarios y evita el coste de la compra de divisa, lo que, presumiblemente, hará que los consumidores se familiaricen rápidamente con su uso.
Aunque independiente del que será su proyecto más ambicioso, Calibra, Facebook Pay forma parte de la misma estrategia de irrumpir de lleno en el sector financiero con una propuesta sin precedentes. A pesar de que se trata del mismo concepto, con Calibra ha ido mucho más allá. Será la cartera virtual que albergará la Libra, la criptomoneda que se espera entre en circulación en 2020 y que tiene bastante nerviosas a las entidades financieras.
Libra utilizará tecnología blockchain, como buena criptomoneda que es, pero se diferenciaría de estas últimas en que estaría respaldada por activos reales y participaría en los mercados bursátiles. De ser así, la ventaja frente a una criptomoneda sería la posibilidad de cambiar libras por divisas reales. Este hecho sería decisivo, ya que alejaría a Libra de la volatilidad que caracteriza el dinero virtual. Y era lo que se pensaba que sería hasta hace pocos días, cuando salían del acuerdo entidades como Paypal, Visa o Mastercard, grandes operadores globales y piezas clave para facilitar el cambio de divisa.
El hecho de que una empresa lance y acuñe su propia moneda no tiene precedentes y muchos son quienes se muestran temerosos de las consecuencias que esto podría tener, tal vez este hecho tenga mucho que ver en la salida de las grandes entidades de pagos o de gigantes del e-commerce como eBay.
Por su parte, los impulsores de Libra calculan que la incorporación de esta criptomoneda al mercado supondría una inyección de 110 mil millones de dólares al sistema financiero mundial y, para no tener problemas con las leyes antimonopolio, Libra aún tiene detrás a una veintena de compañías entre las que figuran Uber, Spotify o Vodafone.
Por otra parte, Libra podría jugar un papel decisivo en la inclusión financiera: gracias a su sencillez y accesibilidad podría servir a personas de todo el mundo con escaso o nulo acceso al sistema bancario, por lo que el proyecto se centraría menos en los consumidores de los países desarrollados y más en aquellas áreas geográficas del globo que cuentan con infraestructuras bancarias menos desarrolladas. En la actualidad, 2.000 millones de personas en el mundo no tienen acceso a servicios bancarios, pero gran parte de ellas son usuarios de Facebook.
Este es el argumento con el que Calibra se presenta como una Asociación sin fines de lucro e incluye entre sus socios a ONG como Women’s World Banking o Mercy Corps. Es un hecho que el desarrollo del comercio electrónico, que tan positivamente repercutiría en países en vías de desarrollo, depende en gran medida de que exista una infraestructura financiera que lo soporte.
Al margen, Calibra se presenta como una plataforma de pago alternativa interesante para el comercio electrónico a nivel global. Si Libra se hace fuerte y la Asociación Calibra reúne nuevos socios entre los operadores financieros globales, asistiremos a una revolución en el ámbito de los pagos online. Conviene que los e-commerce no pierdan de vista lo que va más allá de ser una tendencia más en redes sociales.
Fuente. https://www.distribucionactualidad.com/facebook-pay-calibra-libra-e-commerce/