La conversación estructurada durante las sesiones de lluvia de ideas elimina algunos de los riesgos que pueden frustrar una discusión honesta.
A pesar de sus mejores intenciones, los ejecutivos son víctimas de sesgos cognitivos y organizacionales que se interponen en el camino de una buena toma de decisiones. En esta serie, destacamos algunos de ellos y ofrecemos algunas formas efectivas de abordarlos.
¿Nuestro tema esta vez?
Una mejor manera de hacer una lluvia de ideas
El dilema
El director ejecutivo regional de una gran empresa de cosméticos de EE. UU. invitó a todos los líderes de las unidades comerciales a intercambiar ideas sobre las prioridades de fusiones y adquisiciones y las oportunidades potenciales en el nuevo año. Todo el mundo sabe que las adquisiciones digitales han sido un proyecto favorito para el equipo de liderazgo senior.
Pero algunos jefes de unidades de negocios creen que la compañía también debería buscar otros objetivos: expandirse en el extranjero, por ejemplo, donde el mercado de cosméticos está en auge, o invertir en productos de belleza orgánicos o en una línea de cuidado personal para hombres. Antes de la llamada, algunos de los jefes de las unidades de negocios incluso preparan páginas para respaldar estas ideas, citando enlaces a negocios actuales, análisis de tendencias, etc.
Sin embargo, en la llamada en sí, el CEO regional dirige la mayor parte de la conversación hacia las oportunidades de crecimiento digital, nuevamente. Frustrados, algunos líderes de unidades de negocios se quedan en silencio,
¿Cómo puede el CEO regional convocar una sesión de lluvia de ideas más productiva?
La investigación
Cuando se trata de interacciones grupales en el lugar de trabajo, las personas son particularmente vulnerables a las motivaciones para conformarse. Las razones por las que nos conformamos son variadas, pero según un modelo de cinco partes desarrollado por los profesores Paul Nail, Geoff MacDonald y David Levy, pueden incluir la necesidad de evitar el rechazo y el conflicto, lograr metas grupales o establecer la propia identidad.
Después de todo, ¿por qué socavar las opiniones de un superior o desafiar a un director ejecutivo obstinado si eso significa de alguna manera disminuir el propio poder, influencia o autoridad? Esta aversión al riesgo es un factor importante en el éxito o el fracaso de las sesiones de lluvia de ideas. Considere la situación en la compañía de cosméticos.
El deseo del equipo de liderazgo de explorar objetivos digitales era bien conocido en la empresa, y una vez que el CEO regional propagó esa idea, algunos jefes de unidades de negocios se desinflaron: hablar en contra podría verse como un repudio de las prioridades existentes. Las motivaciones de los individuos para conformarse crearon un entorno en el que se permitía que florecieran ideas mediocres y era menos probable que ocurriera un verdadero cambio.
La lluvia de ideas anónima, junto con la votación silenciosa, puede servir como contrapeso a las motivaciones de las personas para conformarse y ayudar a los contribuyentes a sentir que su experiencia e ideas se están considerando de manera justa.
El remedio
Lluvia de ideas anónima, junto con la votación silenciosa, puede servir como contrapeso a las motivaciones de las personas para conformarse y ayudar a los contribuyentes a sentir que su experiencia e ideas se están considerando de manera justa.
Para entender cómo funciona esto, reconsideremos la sesión de lluvia de ideas en la empresa de cosméticos. Para asegurarse de que todas las ideas realmente tengan el mismo peso, el director ejecutivo regional podría designar a un facilitador para recopilar ideas escritas en hojas de papel, por ejemplo, o enviadas a través de una aplicación de software central. (Este paso se administraría antes de la sesión de lluvia de ideas).
Durante la lluvia de ideas, las ideas no se presentarían en un orden específico ni se vincularían a fuentes específicas, lo que liberaría a los jefes de las unidades de negocios y a otros líderes de la empresa para ofrecer propuestas que pueden ir en contra de la conocida postura digital del equipo de liderazgo senior.
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Luego, el facilitador podría leer en voz alta la lista de presentaciones, y los jefes de las unidades de negocios podrían votarlas de forma independiente (y anónima) para revelar el grado de alineación detrás de cada idea. Una vez que las presentaciones hayan sido examinadas y priorizadas, el grupo podría repetir el proceso de votación silenciosa hasta que se pueda tomar una decisión clara.
Sin duda, este tipo de facilitación estructurada requerirá más tiempo y esfuerzo que una sesión de lluvia de ideas tradicional, pero tiene el potencial de revelar iniciativas comerciales verdaderamente originales que pueden no haber salido a la luz si la reputación de los participantes hubiera estado en juego. El uso de un enfoque estructurado para la lluvia de ideas elimina algunos de los riesgos que pueden frustrar una discusión honesta.
Contenido tomado de https://www.mckinsey.com/business-functions/strategy-and-corporate-finance/
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