Evalúa estos cinco aspectos durante un periodo determinado, calificando de 1 (mínimo) a 5 (máximo). Haz el promedio y tendrás un aproximado del rendimiento general desde la perspectiva del desarrollo humano.
A continuación se desagregan los diferentes componentes:
Balance anímico y emocional:
- Estabilidad
- Inteligencia emocional
- Habilidades sociales
- Energía y entusiasmo
- Empatía
Capacidad de aprendizaje
- Interés por innovar
- Desaprender
- Actualización
- incorpora y aplica nuevo conocimiento
- Pensamiento crítico
Flexibilidad
- Acepta desafíos retadores
- Supera limitantes propios y del entorno
- Abre posibilidades
- Convierte error en oportunidad
Destreza profesional
- Comunicación efectiva
- Logra y supera objetivos
- Agrega valor
- Incentiva el desarrollo propio y ajeno
- Inspira y motiva
Organización
- Alta productividad y responsabilidad
- Espíritu colaborativo
- Supera las expectativas
- Delega en forma efectiva
- Sabe priorizar
Si lo aplicas en tu equipo, los resultados serán un insumo importante para establecer estrategias de cambio relacional con impacto en la productividad de la empresa.
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