Los líderes de las empresas de todo el mundo operan en un estado constante de priorización de problemas. Por eso, reunimos algunos consejos del director de Desarrollo y Capacitación Ejecutiva en The Google School for Leaders, David B. Peterson. Descubre las estrategias de liderazgo que se requieren para situaciones difíciles, cómo concentrarse en lo que realmente importa, y por qué es fundamental lograr un equilibrio entre liderazgo y aprendizaje.
En tiempos de crisis, en un abrir y cerrar de ojos, los negocios pasan de operar “como siempre” a hacerlo en condiciones inusuales. Esto hace que los líderes deban clasificar constantemente las prioridades para mantener las cosas en marcha. Además, es necesario catalogar, casi en tiempo real, las lecciones, los procesos y las experiencias que nos ayudarán a hacer frente a la próxima crisis, cuando suceda.
Cuando atravieses tiempos complicados, mantén el foco en lo que sea más importante para tu organización y encuentra un equilibrio entre el liderazgo y el aprendizaje. El caos y la complejidad requieren diferentes estrategias de liderazgo; es útil saber la diferencia y comprender qué condición está en juego durante la crisis.
En The Google School for Leaders, estudiamos cada uno de estos retos. Aunque ambos son impredecibles, la complejidad es una condición del mundo en el que ya vivimos. Te exige que planifiques según lo que viene después y que reacciones cuidadosamente, ahora y a largo plazo. El caos, por su parte, requiere de acciones rápidas y decisivas para que todos se mantengan enfocados en la misma página, y, al mismo tiempo, reducir la ansiedad.
Cómo afrontar el caos
El caos, por definición, significa que todo es impredecible, ambiguo, que está fuera de nuestro control. Sin respuestas claras ni resultados conocidos, el caos requiere que los líderes confíen en sus instintos y actúen decididamente, pero que, al mismo tiempo, tengan la capacidad para dar un giro en caso de ser necesario.
Como expresó Bob Johansen, un colega del Institute for the Future, “el futuro recompensará la claridad y castigará la certeza”. Esto significa que la claridad es clave en tiempos de caos y complejidad, así que asegúrate de readaptar las expectativas y los objetivos de todos.
Comunica con claridad cuáles son los aspectos más importantes para tu organización ahora mismo, y detén los objetivos y resultados clave (OKR por sus siglas en inglés) y otras iniciativas que puedan esperar hasta más adelante. Las personas pueden estresarse por intentar alcanzar todos sus objetivos de rendimiento habituales mientras afrontan los nuevos desafíos para mantener el barco a flote. Entonces, hazles saber que las prioridades han cambiado y dales direcciones claras sobre dónde debería estar el foco.
Para dirigir tu organización durante un período caótico:
- Confía en tus instintos. La velocidad importa. Debido a que tendrás muy poco tiempo para la revisión, deberás arriesgarte y tomar la mejor decisión — probablemente tengas que hacerlo antes de que te sientas cómodo con ella.
- Conéctate y conoce las emociones de las personas. Frecuentemente sienten miedo, ansiedad y están inquietas. Las comunicaciones claras y las acciones rápidas pueden ayudar a aliviar estas emociones y permitir que tu equipo se concentre en las acciones necesarias para afrontar la situación.
- Prepara a tu equipo para que se adapte cuando reciba información nueva y las circunstancias evolucionen. Reconoce que esta es una situación sin precedentes y que las cosas pueden cambiar varias veces. Pero, por ahora, aquí es adonde vamos.
- Mientras te preparas para el cambio, establece fundamentos sólidos sobre lo que permanecerá inamovible: tu visión y misión, tus valores y tu compromiso de trabajar juntos en la crisis.
- Prepárate para cambiar de rumbo si lo necesitas. No hay una forma correcta de hacer las cosas, solo la mejor manera para este momento.
Cómo transitar la complejidad
La complejidad, como el caos, trae consigo una escasez de respuestas simples y claras. Sin embargo, el panorama no es tan desalentador. La verdad es que nuestras vidas y los negocios se han tornado cada vez más complejos en los últimos años. El lado positivo es que liderar durante períodos de extrema complejidad nos ayuda a prepararnos para un futuro más multidimensional, vertiginoso y automatizado.
Transitar la complejidad requiere de un plan mental que te ayude a ver la situación actual y, al mismo tiempo, a prever los posibles cambios que vendrán. Comunicar claramente tu visión a tu organización ayudará a que las personas puedan acompañarte en este viaje y a avanzar con tu orientación.
Para ayudarte a liderar a tu organización en tiempos complejos:
- Brinda claridad y dirección para ayudar a calmar la ansiedad a medida que las personas toman medidas y se adaptan a la “nueva normalidad” en función de tu liderazgo. De todos modos, al igual que con el caos, debes observar y adaptarte según cambian las circunstancias.
- Intenta adoptar un enfoque más amplio. Observa, escucha y obtén información desde múltiples y variadas perspectivas. Pregúntate qué te puede estar faltando que esté fuera de tu propio marco de referencia. ¿Qué suposiciones estás haciendo y por qué podrían ser incorrectas?
- Concéntrate en aprender en lugar de en tratar de hacer todo bien. Realiza experimentos. Por ejemplo, prueba dos o más enfoques para una situación y adopta el que sea más efectivo para este momento. Trabaja en varios proyectos pequeños con riesgo relativamente bajo para que, en el caso de que fallen, puedas aprender rápidamente pero con menos dolor y seguir aplicando lo que has aprendido.
- Mantente alerta. Incluso si las cosas parecen estar encaminadas, seguramente evolucionarán y cambiarán, por lo que debes tomar todo lo que haces en este momento como un experimento.
Concéntrate en lo que realmente importa
En Google, abordamos los momentos de crisis como oportunidades para recordar qué es lo más importante para nosotros. Mantener a nuestros empleados y a sus familias a salvo es nuestra máxima prioridad. Y la colaboración, la creación de excelentes productos y el apoyo a usuarios y clientes son el núcleo de nuestro negocio.
Así que pregúntate a ti mismo: ¿cuál es la piedra angular de mi empresa? ¿Cómo puedo usar ese sentido de propósito para liderar mi organización durante períodos caóticos y complejos? ¿Qué puedo aprender de esta experiencia mientras ayudo a mi equipo a transitar una normalidad distinta?
Es inevitable que, cada tanto, experimentes el caos, lo que te exigirá que adaptes tu estrategia de liderazgo y respondas a la situación inminente. Pero, al menos, estarás mejor preparado para manejar la disrupción y listo para enfrentar lo que venga.