Por Carlos Villota Santacruz

Coautor de los libros “Gobierne bien y hágalo saber”. “Los estadios de la paz en Colombia”

El siglo XIX y XX elevo a la ciudad de Barranquilla como epicentro de  migraciones  árabes, judíos y europeos provenientes de Alemania e Italia, al que se sumó España y China.

Este antecedente histórico se respira al caminar sus calles y saborear su gastronomía, que bajo el legado indígena, la convierten en una ciudad por conocer y disfrutar en sus cuatro puntos cardinales.

Para un bogotano, un argentino o un mexicano comer bien en la ciudad de Barranquilla, no es un tema de restaurantes, sino de arraigo popular.

Como en una “fotografía del sabor” en una misma calle es posible conseguir en el departamento del Atlántico los enyucados, las enfrituras de las carimañolas, los chicharrones, las butifarras servidas con limón, bollos de yuca y angelitos (bollos preparados con coco)

En este lugar de Colombia se siente el Caribe, gracias a que más y variado se come en América Latina. En menos de diez calles se puede probar helados italianos y pizzas a la manera tradicional de Nápoles, asados argentinos preparados por ex futbolistas, gracias a su amor por la ciudad y el equipo  Junior de Barranquilla –tú papá-, que disputará la final del rentado colombiano con el Deportivo Pasto.

El Junior de Barranquilla más que un sentimiento es una pasión. Tanto que su técnico Julio Comesaña ha ejercido el cargo en nueve oportunidades. “Es el amigazo de la familia Char”.

En materia de jugos, la carta es abierta para el visitante nacional y extranjero. Por unos pocos pesos se puede saborear el níspero, el zapote, el corozo, la papaya, el maracuyá y la guanábana.

Que decir de los desayunos. Son monumentales. Aparecen los fritos nacidos de las esclavas africanas. Es dcir la arepa de huevo y las arepas dulces con anís.

Barranquilla es natural. Es la “puerta de oro de Colombia”. Comer, gozar y hablar del Carnaval y de fútbol es una religión. Así es esta ciudad que tiene las 24 horas del día alegría, música y cultura a las orillas del Océano Atlántico. “Porque Ajá”. Mayor iNformación E mail carlosvillota56@gmail.com